Nuestra quebrada costa te ofrece espectaculares acantilados, con paredes de más de cien metros contra los que rompe furioso el Cantábrico.
El caracter geológico de nuestra costa favorece que la rasa costera se desplome en verticales paredes hacia el mar en imponentes acantilados. Uno de los mejores ejemplos son los acantilados de Lluces que se pueden contemplar desde el faro que se eleva sobre ellos y a cuyos pies se han encontrado huella fósiles de dinosaurios.
Estos lugares son perfectas atalayas para los amantes de la fotografía en las que disfrutar de un espectaculo de tonos en el atardecer.
Fotografía de cabecera: Faro y acantilados de Lluces (© JF Sánchez Díaz)