Caminando desde la iglesia de San Cristóbal hacia el palacio de los Alonso Covián nos recibe un busto de D. Fco. Grande Covián, reconocido médico especialista en nutrición que nació en esta casa en 1909 y que en los años cuarenta del pasado siglo fue un gran promotor de la dieta mediterránea.

Esta casona palaciega, que se edificó en el siglo XVI,es uno de los mejores ejemplos de palacios renacentistas del municipio. La parte más antigua es el bloque de tres plantas, con una buena sillería y al que posteriormente se adosó la construcción de dos plantas, con galería de madera a un lado y balconada al otro.

Una de las características del estilo renacentista es la simetría en la construcción que aquí se organiza en torno al balcón central de la fachada sobre el que se puede ver el escudo de la familia. Uno de los elementos que llaman la atención es la ventana en esquina dividida por una columna, elemento poco frecuente en Asturias.

La historia de la casa está marcada además por la noche que por avatares de la historia tuvo que pasar aquí Carlos I de España y V de Alemania, tras su desembarco en Tazones. Este fue un atraque accidental debido al mal tiempo que le impidió desembarcar en Santander, por lo que el alojamiento tuvo que improvisarse en alguna casona lo más adecuada posible a su abolengo. Al parecer el hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso no quedó muy satisfecho, a juzgar por las quejas de su cronista oficial, que tachó la casa de “pobre y miserable” para su majestad.