El puerto de Llastres es el verdadero corazón marinero de la villa y en él la actividad pesquera está muy viva.
Alberga unas quince lanchas de pesca, destinadas a la captura de merluzas, centollos, salmonetes, pixines o lubinas y que largan sus aparejos en los ricos caladeros de la costa de Colunga. Las embarcaciones de mayor tamaño son barcos volanteros, dirigidos a la pesca de merluza con redes. Las lanchas de tamaño más pequeño están dedicadas a la pesca artesanal, cambiando tanto los aparejos de pesca como las especies a las que van destinadas a lo largo del año, en función de la abundancia temporal de cada recurso.
El puerto está equipado con todo lo necesario para llevar a cabo esta actividad, con unas completas instalaciones que incluyen depósito de combustible, fábrica de hielo y grúa. Además de estar al servicio de la actividad pesquera, posee una dársena con pantalanes para el atraque de numerosas embarcaciones deportivas.
En su lonja, en Asturias llamada rula, se realiza la venta de las capturas y se encuentra administrada por la Cofradía de Pescadores de “Santa María de Sábada”.
Si te acercas al puerto entre las dos y las cinco de la tarde, salvo en días de fiesta o mala mar, es raro que no veas el desembarco de cajas de pescado variado, en función de la temporada, te entretendrán las maniobras de atraque y el movimiento que se genera en torno a la preparación de aparejos y el movimiento de mercancía.
Un espectaculo anual se produce en la temporada de caballa, aquí llamada xarda, donde se descargan más de un millón de kilos de este pescado, con un movimiento increíbe de multitud de barcos de toda Asturias y Comunidades vecinas, que vienen a aprovechar el rico caladero de la costa Colunguesa.